Game (Fanfic) 3



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Los personajes de Olan Rogers pertenecen a su creador Olan Rogers. Declaro utilizarlos con el fin de entretener, sin tener relación con la trama de la serie y sin fines de lucro.

John tomó el frasco, lo destapó y acercó a la nariz de su co-piloto.

- Huele... - Jack inhaló suave, su olor era tan familiar que lo reconoció de inmediato.

- Es Vainilla – El capitán se impresionó por la rapidez de su respuesta y el nulo titubeo.

- ¿Cómo lo supiste tan rápido?

- Hace 9 años, cuando nos tocaba realizar pruebas de aerodinámica y partículas... Jodie Airgon usaba un perfume con ese olor, le pregunté que era debido a que se sentía en toda la sala y a veces los postres de la cafetería tenían un toque similar.

- Ya veo... Bien, ya tienes una correcta. – John cerró el frasco y marcó un círculo al lado del nombre de la esencia. Tomó el segundo frasco, lo leyó y procedió a escribir la segunda esencia. – Ok, vamos con la segunda... abre la boca.

El pequeño apretó sus labios, tomó aire y abrió su boca lentamente. John se sonrojó un poco al verlo de esa forma, tratando de mantener la compostura, tomó el pincel y lo mojó con el líquido del frasco, lo levantó suavemente y dejó caer unas gotas en la cavidad bucal de Jack, haciendo que este soltara un leve quejido por el contacto.

- Es... naranja. – El alienígena esbozó una sonrisa, haciendo que el humano se enterneciera.

- Cuando almorzamos juntos por primera vez...

- Jajajaja así que también lo recuerdas... - El sonrojo de Jack desapareció, en su lugar dejaba salir una suave risa.

- Como olvidar el momento en que escupiste jugo en mi cara.

- Lo siento, en mi defensa, te avisé que nunca había probado ningún tipo de alimento terrestre. Ese líquido era increíblemente fuerte para mi paladar.

- Ja y ahora hasta whisky bebes. – John reía con ironía, es cierto que su compañero cambió bastante desde que lo conoció. Antes era bastante susceptible a todo, muy callado y todo le avergonzaba.

- ¿Vamos a seguir? – El pequeño volvió a sentirse avergonzado, agachó la cabeza y unió sus manos.

- Claro... - Nuevamente guardo el frasco y marcó un circulo en la libreta. Observó los frascos, sonrió con satisfacción. – Muy bien... Huele.

Jack puso una mueca, para posteriormente oler otra vez. No se le hacía familiar el olor, ni sabía lo que era. No se parecía a nada que hubiera estudiado o conocido con anterioridad.

- Yo... No sé qué es.

- Es pino, el taller de Stone siempre tiene un aromatizante que deja a todos los que pasan por ahí con el olor en sus ropas.

- Lo lamento, no pude reconocerlo... Creo que ya llevo mi primer error. – Puso sus manos a reposar sobre sus rodillas, esperando por la respuesta del mayor.

- Pues sí, pero ya has acertado 2 veces. – John guardó el envase y acarició el brazo de Jack. – Vas muy bien...

- Entonces sigamos avanzando. – Levantó su cabeza y sonrió ampliamente, el hombre sacó el siguiente frasco y al leerlo tomó nuevamente el pincel.

- Bien, este es fácil. Abre tu boca... - El alien obedeció ya sin tapujos, las gotas cayeron directamente en su lengua.

- Mmm... - Pronto pasó su lengua por los labios, humedeciéndolos mientras disfrutaba del sabor restante. John se sonrojó y miraba la boca de Jack como si el tiempo no avanzara. – Chocolate...

- Es correcto. Comemos trufas casi todos los días.

- Quieres decir que tú sacas trufas de chocolate casi todos los días. Pero ya me adapté a su sabor, se derrite en el interior... me gusta cómo se siente. 

El Piloto no pudo evitar tergiversar lo que dijo su compañero, sonrió de lado y sin tardar más abrió la esencia que seguía, pero esta vez, retiró su guante derecho y hundió la punta de su dedo en el líquido.

- Jack, saca tu lengua... - El tono grave de John hizo que el pequeño se curvara y su sonrisa diera paso a una expresión cargada de temor.

- O-ok... - Con su labio inferior temblando, hizo caso a la petición del mayor. Su respiración se aceleró, provocando aún más al castaño.

- Este te va a gustar... - Puso su índice sobre la lengua del co-piloto, el cual soltó un leve jadeo, sentía los latidos acelerados de su corazón por el contacto del mayor, como por el sabor que le invadía. 

El humano disfrutaba viendo al pequeño con su lengua afuera, sentir su viscosidad y el aliento caliente chocando con su piel. 

Jack dudo un segundo, pero al saber con seguridad que sabor era y que cosa puso aquella esencia en su lengua, cerró los labios y succionó suavemente. Luego lo separó con cuidado y su labio inferior tembló.

- -Fr...frutilla ¿Verdad?

- ... Si. - El humano estaba impactado por el movimiento atrevido de su arisco co-piloto.

¿Esto significa que podía atreverse a más?

Antes de que John volviera a su libreta, dio una leve probada al sabor adherido a la yema de su dedo. Esto sólo avivó sus deseos caprichosos por ver más del pequeño e indefenso cadete que tiene frente a él.

- ¿Vamos a seguir?

- Oh, sí. - El capitán dejó la libreta de lado y sacó otro frasco. Colocó una gota de la nueva esencia sobre su cuello, se acercó a Jack y le dijo en leve susurro - Huele.

El pequeño alien tembló de ansiedad al sentir su voz prácticamente de frente, respiró y jadeo suavemente, mordió su labio y se sostuvo de aquel fuerte cuerpo terrestre frente a él.

- John... ¿Siquiera sabes lo que la menta produce en los de mi especie? - Sus mejillas se tornaron de un verde profundo, dándole una clara idea al capitán.

- Solo sé que acertaste... y que te toca probar la siguiente esencia, si aún puedes.

- Claro que puedo, no me subestimes.

- Jamás lo haría... Ahora, prueba este...

Se escuchó la apertura del frasquito, seguido de una leve respiración para luego acabar en... silencio.

- ... ¿Jo-?

El menor fue invadido por un intenso calor seguido del tan característico amargor y encanto del café, solo que esta vez su sabor era diferente. Con la esencia de John en él, su lengua deslizándose hábil, jugando con el filo de sus colmillos a ratos. ¿Por qué no respondía con furia y pasión a ese beso anhelado por tanto tiempo? ¿Por qué dejaba que el mayor tuviera ese poder sobre él?

Jack levantó sus manitas con timidez acercándolas a la quijada poderosa de "Su capitán", movió sus labios de forma algo torpe ¿Qué esperar de alguien que nunca ha besado en su vida? 

John estaba encantado al sentir que Jack correspondía a su movimiento, aquel contacto duró unos segundos más antes de que el menor se apartara por falta de aire.

- ¿Adivinaste el sabor?

- ... el café sabe más dulce de tu boca John...

El castaño sonrió con ternura, por un segundo pensó en mandar todo el juego al carajo... Hasta que recordó cuan entusiasta era su compañero en lo que a juegos respecta.

- Bien, te queda una esencia más a la que acertar y se acaba el juego.

- ¿No eran 10?

- Sólo necesitas 7 correctas

- ¿No me crees capaz de adivinar las que faltan Capitán?

- ... Llámame así una vez más y tal vez lo considere.

Jack sintió un cambio de tono en el castaño, más no caería en sus encantos sin seguirle el juego. Se inclinó hacia adelante, sintiendo la cercanía.

- Sigamos hasta el final... Capitán~

._._._._._._._._._._._._.

El menor ya había sido despojado de toda prenda, con dificultad para controlar su respiración se sacudía bajo las caricias que el humano le obsequiaba sobre su cama.

John se dedicaba a besar y morder cada centímetro del verdoso co-piloto, incitado por sus temblores y su agitado corazón.

El pequeño pronto se sintió notoriamente pegajoso y un escalofrío recorrió su espalda

- John... está frio...

El humano no contestó, lamió la esencia del diminuto cuerpo para luego besar sus labios con deseo. El pequeño alien reaccionaba a las caricias y a su contacto con jadeos y aferrándose con desesperación de aquel humano con cuerpo de ensueño y mirada seductora.

- U-uva... Es uva... ¿Verdad?

- Muy bien, sin embargo el siguiente no será tan fácil...

John se desvestía rápidamente asustando a su Co-piloto, sobre todo cuando el menor contempló su miembro erecto resaltar cuando los pantalones desaparecieron de su vista. 

- ¿Qué... p-por qué...qué quieres hacerme?

- Esta esencia también tienes que probarla...

Al abrir el penúltimo frasco, el capitán sonrió mientras vertía una generosa cantidad sobre su pene, con su dedo llamó al pequeño.

- ¿Quieres probarlo?

El alienígena fue a gatas hasta estar frente al pene de su compañero, abrió su boca y sacó su lengua con timidez, lamiendo el glande. Supo en seguida de que sabor se trataba, sin embargo continuó lamiendo para beber hasta la última gota. La punta ya estaba limpia, miró a John y después succionó el resto con un suave vaivén. Su boca salivaba al ser estimulada y la punta del capitán liberaba gotas transparentes, extrañamente deliciosas según el menor.

- Es suficiente Jack...- Con cuidado apartó su rostro, quería avanzar a la siguiente y última esencia. Además, si el menor seguía así no se lograría contener.- ¿Y bien?

- Es Chicle...

- Recuéstate por favor... - El menor obedeció al instante, sin embargo John al tomar el último frasco respiró profundamente y miró al co-piloto con una amable sonrisa. - Jack... ¿Crees que pueda... dar un paso más allá?

El menor pareció pensarlo un momento, en base a su conocimiento de la raza humana y los últimos acontecimientos del curioso juego... captó casi de inmediato lo que el mayor quería.

Estaba ansioso, quería más de aquel ser que conquistó su introvertido y reacio ser, quería que él le correspondiera y por fin el momento estaba pasando. No obstante, no estaba seguro de cómo sería el avanzar más y arriesgarse a una relación interracial con John.

- ¿Quieres... aparearte conmigo John Goodspeed?

El castaño rio con nerviosismo, no lo esperaba de este modo. Se acercó al rostro del menor e hizo contacto visual.

- Quiero hacerte el amor Jack.

Esperó su respuesta, siendo abrazado por el cuello y besado con ternura.

- Hazlo John... 

El alienígena fue sorprendido por los dedos del capitán deslizándose con cuidado en su cavidad, estaba apretado pero a diferencia de la especie humana, Jack si poseía lubricación por estímulos en aquella zona erógena de su cuerpo. Después de unos minutos siendo preparado por John y disfrutando de sus besos, el castaño alineó su miembro con la entrada del menor.

Se miraron para luego perderse en el calor y éxtasis que sus cuerpos sentían, Jack soltaba gemidos plácidos y sostenía las cobijas de la cama, John le observaba complacido.

Su cuerpo, su voz, su corazón le pertenecía el uno al otro, esperaban que ese momento de conexión no se acabara nunca.

Los dos tocaron el cielo cuando sus cuerpos estallaron de gozo y vibraban con calidez y plenitud.

John cubrió ambos cuerpos preparándose para dormir, cuando Jack observó el último frasco que olvidaron con la emoción del momento.

- ¿Puedo?

- Claro...

El menor hundió su dedo e impregnó los labios del castaño con aquel dulce aceite. Jack cerró el frasco y lo dejó a un lado para lanzarse a los labios de aquel hombre al que pertenecía ahora.

- ¿En serio John?

- Jajaja... Lo mejor para el final ¿No crees?

- Bobo, al menos ya sé cómo saben las galletas en ti.

Se besaron con ansias, iniciando la futura adicción por besarse y sentirse mutuamente.

- Te Amo Jack.

- Yo te he amado desde hace mucho tiempo atrás John.


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