Game (Fanfic) 2



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Los personajes de Olan Rogers pertenecen a su creador Olan Rogers. Declaro utilizarlos con el fin de entretener, sin tener relación con la trama de la serie y sin fines de lucro.





El que mi escudo emocional se quebrara frente a ti, hizo que recordara el momento exacto... en el que me enamoré de ti.

...

Sheryl soltó bruscamente a Gary sobre mi cama junto con sus cosas de cuidado personal.

- ¡SHERYL! Jack cuida a Gary, regreso en seguida. – No atiné a nada más, ni siquiera consideré la opción de que a ti no te agradaban los humanos...

Corrí tras ella lo más rápido que pude, la alcancé y la detuve al tomar su antebrazo.

- ¡SUÉLTAME JOHN!


- YA BASTA, NO PUEDES DEJAR A MI HIJO AQUÍ. DEBO TRABAJAR, SOLO DAME UN POCO MÁS DE TIEMPO PARA CONCLUIR MI MISIÓN – No pude evitar alzar mi voz, no veía la hora de tener la custodia total de mi hijo, pero la apertura de la brecha dimensional era un asunto muy importante. – Apenas esto acabe, me llevaré a Gary.


- ¡NO! ¿Por qué no podemos estar juntos John? Cometí un error, debí renunciar a mi misión... Pero la gente para la que trabajo no acepta un no por respuesta.


- NO TE ATREVAS A INVERTIR LA SITUACIÓN, EL ERROR FUE ESTAR CONTIGO. MI PEQUEÑO ES EL ÚNICO INOCENTE EN ESTE ASUNTO, AUN NO PUEDO CREER QUE LO UTILIZARAS SOLO PARA SACARME INFORMACIÓN. – Cada vez que lo recordaba, me odiaba a mí mismo. Estaba tan cegado por ella, tanto que nunca dude.


- NO FUE ASÍ, YO TE AMABA JOHN ¡AÚN TE AMO, SI NO FUERA POR ESE NIÑO SEGUIRÍAMOS JUNTOS! ¡DESEARÍA QUE NUNCA HUBIERA NACIDO!


- ¡YA BASTA, LÁRGATE! TENGO QUE VOLVER CON MI HIJO... VEO QUE NUNCA CAMBIARÁS... - La solté de inmediato, aún con lágrimas en su rostro, ella se fue en su moto. Me quedé estático hasta que la perdí de vista...

¿Cómo fue que pude estar con alguien tan fría y manipuladora? No sé si fue por sexo, llevábamos 6 meses llenos de encuentros casuales. El día que le pediría formalizar nuestra relación, fue el mismo día en que me reveló su embarazo. No tuve tiempo de procesar todo, pero no la dejaría sola... creí que la amaba. Me causaba extrañeza sus llamadas, o cuando se levantaba a mitad de la noche y la encontraba en mi estudio. Fue cuando un mes luego del nacimiento de nuestro hijo, la descubrí. La eché de la casa, pero unos días después volvió reclamando a Gary. Dejé que se lo llevara, pero ahora lo trajo aquí, exigiendo que lo cuidara porque la situación la estaba sobrepasando y debía volver a su trabajo.

Estuvimos discutiendo durante casi una hora, hasta que tú llegaste a la habitación.

Caminé al cuarto, recordando de pronto tu nula interacción con otros terrestres y lo desagradable que resultaban para ti.

Apresuré mis pasos, me detuve cuando estaba a solo unos pasos de la puerta, no escuchaba su llanto. Lentamente me acerqué al marco de la puerta... y ahí te vi...

Te paseabas lentamente por el cuarto, mecías a mi pequeñín mientras creabas una suave vibración. Tenías... la sonrisa más tierna que haya visto. Mi corazón dolía, pero era una sensación completamente agradable. Me embelesaba verlos juntos...

- Es... Hermoso... - Lo dije sin pensar, solo salió de mi interior. Pronto noté que mi vista se tornó borrosa, eran lágrimas... Te acercaste a mí con un gesto alarmado.


- John... – Me puse de rodillas, te rodeé entre mis brazos disfrutando de tu tibia temperatura, mezclada con el calor de mi primogénito. No pude mantener mi cabeza en alto, la oculté con vergüenza en tu hombro mientras seguía llorando. – Todo estará bien.


- Lo sé Jack. – Dijiste justo lo que necesitaba oír, continué unido a ustedes. Mis latidos eran rápidos, me sentía muy bien, como si ustedes... fueran mi verdadera familia. Estuvimos cuidando de Gary durante 1 semana, tuvimos que pedir que nos dieran de baja en muchas misiones, valió cada una de ellas... hasta que, durante el juicio se decidió que Sheryl tenía la obligación de cuidarlo hasta los 7 años de edad. El año próximo, se cumpliría...

...

Te veía fijamente, pensaba en que hoy... te diría todo. Eres una de las personas más valiosas e importantes para mí, sin planearlo, te volviste uno de los pilares que me mantenían de pie, luchando por seguir adelante. Pero, a pesar de tener experiencia con otras personas, estaba asustado... Tenía miedo de cómo fueras a reaccionar, si te alejaras de mí... si tuviera que renunciar a la Guardia Infinity, o quizás mudarme con Gary a otra base con tal de no vernos de nuevo.

De forma cobarde, decidí disfrazar mis sentimientos y mis curiosos deseos... a través de un juego.

Te pusiste nervioso luego de que tomara tu mano y la besara, me gusta cuando te preocupas por mí y muestras tu lado amable... pero es un verdadero placer hacerte sentir diferente, darte emociones nuevas... es justo lo que haré ahora, de una forma inusual.

- Siéntate sobre la cama y cierra los ojos...

- Está bien...

Al llegar, te sentaste recto y tapaste tus ojos con tus manos. Aproveché y saqué una bolsa que tenía entre mis pertenencias. Me acerqué a ti, me arrodillé y saqué una tela suave de color negro.

- Baja tus manos sin abrir tus ojos. No te asustes... este es el primer paso ¿Está bien? – Tus manitos temblaban, al igual que tus piernas.

- Bien... aquí voy – Tomaste una gran bocanada de aire, con temor deslizaste tus manos hacia abajo hasta posarlas sobre tus rodillas. Tus ojos estaban cerrados con mucha fuerza y tus mejillas tenían un color verde más profundo que el color de tu piel. Mi corazón se volvió loco y las ansias me estaban consumiendo.

- No te asustes, si algo de lo que hago te desagrada, solo tienes que decírmelo y pararé. – Tomé tu rostro, sentía como tus temblores cesaban y el color en tus mejillas se volvía más notorio.

- E-está bien... - Te relajaste un poco, rápidamente solté tu rostro para tomar la tela y ponerla sobre ti a modo de venda. – John... - Dijiste mi nombre de un modo tan provocador, esa inseguridad que percibía en ti... me estaba incitando por más. La até con cuidado tras tu cabeza, puse una mano sobre tu hombro y con la otra tomé tu mentón levantándolo con cuidado.

- Relájate... seré gentil contigo – Puse mi tono grave, tu reacción me llenó de satisfacción... Aún tengo el toque.

Temblabas y apretabas tu boca, tragabas con dificultad y sentía los latidos de tu corazón.

- ¿C-como se juega? ¿Qué tengo que hacer? – Sonreí con perversión, me encantaba tenerte en ese estado frente a mí, tan frágil y nervioso. Rebusqué en el bolso, encontré el pincel con tapa y el estuche con diferentes frascos de vidrio. Lo abrí leyendo las diferentes esencias que tenía guardadas, mientras buscaba un lápiz y papel.

- Es la prueba de los sentidos, este es el juego: Tendrás que confiar en mí, te daré a probar y a oler diferentes tipos de concentrados. Tu tarea es adivinar cada uno de los sabores u olores, si te equivocas tengo que castigarte... y sé cuánto te disgusta el contacto físico.

- ¿Qué pasa si adivino? – Acaricié tu mejilla, soltaste un leve sonido por exaltarte ante mi sorpresivo toque.

- Podrás pedirme lo que quieras, pero no será tan fácil. Debes adivinar al menos 7 sabores para ganar, te daré 10 tipos de esencia. Pero para hacer esto un poco más emocionante, por cada error yo te castigo. ¿Qué dices? ¿Quieres hacerlo?

Para mi sorpresa, emitiste una pequeña risa de triunfo mientras sonreías con seguridad.

- Hagámoslo.

Ambos estábamos motivados, abrí la libreta y anoté la primera esencia: Vainilla.


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